Sí, no, sí, no...

Sí, no, sí, no, sí, no... por cada si y un no apagaba y encendía el mechero muy rápido, con el mechero debajo de aquella hoja, donde escribía lo que sentía por ti, borrar aquellos sentimientos, o enviártelos como una carta de amor, sentía que llegaba la hora, el gas del mechero estaba a punto de acabarse, aquella decisión la tenía que tomar, ahora no es como antes ahora la necesito !YA!, subí a la terraza, tú estabas viendo el paisaje, lo poco que se veía... la terraza llena de agua con aquél cuadro, con toda la tinta corrida del agua de la manguera, de la fiesta de la anterior noche... Me acerqué por detrás... con la mano izquierda le cogí de la cintura, con la derecha le puse el papel delante de la cara, con una mancha de haberse quemado la punta izquierda del papel...empezó a leer, y yo le iba besando el cuello con ternura como a ella le gusta, cuando parecía que había terminado, una lágrima calló en mi mano izquierda que sujetaba media cintura de ella, se giró lentamente, con la mirada loca por verme, me dio un beso... con toda la fuerza del mundo y apretando aquél papel que expresaban mis sentimientos...
- ¿ Porqué arrugas el papel ?
+ No hacen falta solo letras para mostrarme tus sentimientos
- Pero... a mi me haces falta TÚ