Espejismos

Se miraba al espejo, se veía gorda, observaba las modelos de las revistas, quería ser como ellos, bella,  odiaba su cuerpo, quería ser el centro de atención al ser como aquellas modelo, quería adelgazar, hacer deporte, ponerse a dieta, pero solo era su ojo el que la veía gorda, ella apenas rozaba los 60 kilos, pero, quería adelgazar, ser como una chica de revista, pero sin hacer nada, que por arte de magia ser como ellas, sus amigas la llamaban todos los días, pero ella seguía sin hacerles caso, salía con sus amigas, su madre le daba la merienda en una bolsa, pero ella enseguida tiraba la bolsa de forma brusca al contenedor, si amiga le aconsejaba que ese no era el buen camino, ella decía que no estaba dentro de ella, que ella era libre de hacer lo que quisiese con su cuerpo, su amiga, preocupada, intuía que esto acabaría mal, tarde o temprano.

Una mañana se pesó y rondaba los 50 kilos, no comía nada, se miraba al espejo y cada día se veía más gorda, su mente le jugaba una mala pasada, su novio, preocupado ( obviamente ) le decía que esto no podía seguir así, tras unos 20 minutos largos hablando ya con el teléfono negro manchado de sudor por la calor que hacía en aquella habitación, el novio le dijo que si esto no cambiaba tendría que marcharse, pero que ya lo hablarían más adelante, pasaban los días y ya rozaban los 40, aquella edad de los 18 era muy mala, las revistas de las modelo... el espejo... tú mente... cerró los ojos y en unos segundos para ella... se encontró con un gotero, y una aguja en el brazo, se miró las manos, las soltó como si pesaran plumas y miró de arriba a abajo, se tocaba todo el cuerpo como si acabar de nacer... Que para encontrar el amor de verdad no necesitas ser una modelo...